Diputado Leonidas Romero tras rechazar subvención del Sename: «Si, soy irrespetuoso»

Publicado el 15 noviembre, 2018 / Noticias / 752 lecturas

Primero militó en la UDI, colectividad con la que fue elegido concejal de Coronel en 2000. Luego corrió como independiente y fue elegido alcalde, cargo que ejerció entre en 2008 y 2016. Ahora está RN, partido con el que llegó a la Cámara este año.

Leonidas Romero, divorciado, una hija y evangélico, ya suma al menos tres momentos de desmarque con el Gobierno. La Ley de Identidad de Género, sus críticas al Ministerio de Defensa por la mano dura contra los militares que homenajearon a Miguel Krassnoff (ver recuadro) y ahora fue el voto dirimente en la Comisión de Familia que rechazó, junto a la oposición, el aumento de subvención para el Servicio Nacional de Menores.

Y aunque las subvenciones para Sename podrían reponerse en la Sala de la Cámara, el estilo de Romero ya derechamente molesta en el propio oficialismo.

—¿Se siente opositor?

—No, para nada. Es que yo no me estoy oponiendo al Gobierno en este proyecto de subvención. Lo que me estoy oponiendo es a las instituciones que siguen cobijando a niños, aún siendo las más dañinas para ellos. Entonces yo lamento que algunos crean que estoy en contra del Gobierno, contra del proyecto de ley, lo que estoy diciendo es que de verdad pongamos a los niños primero.

—Cada voto cuenta para el Gobierno que tiene minoría en el Congreso…

—Me acuerdo que la primera vez que voté en contra de mis principios fue cuando me pidieron que votara en contra de la constitución de la Comisión Investigadora del Ejército. Y a pesar de mis principios voté en contra, lo que me dolió mucho. Uno tiene que ser consecuente. Yo me debo a la gente que votó por mí, a mis principios y a Dios.

—En su partido están incómodos…

—Muy incómodos. Efectivamente me han criticado, pero debo reconocer que el que está pagando un gran costo es nuestro presidente Mario Desbordes. Un hombre consecuente, que tiene ideas y principios, pero me ha defendido, apoyado, sugerido y orientado en varios temas. Así que debo reconocer su respaldo de mi amigo. Lo considero mi amigo, pero no sé si él a mí.

—¿Se siente solo? Porque públicamente se ven más críticas que respaldos a su estilo.

—Obviamente. Pero yo lo he buscado. En política hay un dicho popular muy cierto, que es un poco fuerte. Hay algunos personajes que son maricones sonrientes, que sonríen a todo y a todo le dicen que sí aunque por dentro estén en contra. Yo trato de ser consecuente con lo que pienso. Y, si eso incomoda a mi partido, yo lo lamento. Y si algún día me piden que me vaya, tendré que analizarlo.

—¿No siente que sus frases y la forma en que las dice son una falta de respeto para mucha gente?

—Si es irrespetuoso decirle al pan pan y al vino vino, sí, soy irrespetuoso. Es que los chilenos minimizamos todo. Nos parece extraño que alguien diga lo que siente y lo que piensa. Porque todos andamos viendo no caerle mal a tal o cual persona. Uno no puede ser incondicional en la vida. Yo soy solamente incondicional a mis creencias, a Dios y a mi madre.

—¿Ser tan polémico es una estrategia para ganar visibilidad pública?

—No. Fui concejal y alcalde y siempre he sido exactamente igual. A lo mejor tengo más visibilidad hoy porque soy diputado, pero siempre he sido de esa línea. Incluso, tengo algunas dificultades hasta con mi familia por ser como soy.

—¿Qué dificultades?

—Que me dicen que me cuide, que puedo tener problemas. He recibido algunas amenazas. Se preocupan por mí.

—¿Seguirá votando en contra las iniciativas del Ejecutivo?

—Aquellas iniciativas que vayan en perjuicio de lo que queremos, decimos y ofrecemos en campaña, sí.

—¿Cree ser el diputado más odiado de la Cámara?

—(Se ríe). No sé si soy el más odiado, el más querido, encachado o feo. La verdad es que eso no me preocupa. (Pero) No me gustaría. A ningún ser humano le gustaría ser el más odiado. Quiero ser lo que soy. Lo que sí no soy un buzón de nadie, voto, opino de acuerdo a lo que sé.

—¿Le gustaría ser Presidente de Chile?

—¿Hay algún político que no le gustaría ser algún día Presidente? Sí, sí. No hay ningún parlamentario que no le gustaría. Pero es algo imposible. Mis aspiraciones no son (esas). Aspiro a ser a lo menos un periodo más diputado. Y si no lo soy, por ser como soy, me voy a ir tranquilo porque hice la pega. Obviamente me gustaría ser Presidente de Chile, pero es un sueño que difícilmente se pueda realizar.

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